viernes, 11 de noviembre de 2011

Vivimos para contarlo: Ataque a 33.000 pies de altura

La verdad es que recuerdo que subimos este post hace casi dos años, pero por un motivo o por otro no aparece en el histórico del blog por lo que creo que es un buen momento para recordarlo, ya que no se vuelve a nacer todos los días.

Eran días de mucho trabajo y tras una semana dura en Riyadh volvíamos a Sharjah (cerca de Dubai) en la parte delantera de un vuelo de Air Arabia. Como era costumbre, los miércoles el avión iba abarrotado de expats, pero la sociedad secreta solía introducir a sus mejores agentes de incógnito en el avión.


Íbamos 3-4 amigos distribuidos en las fila 4 a ambos lados del pasillo y un alemán al que le debemos la vida que ocupaba la fila 3 en el lado derecho.

Abstraído viendo una película en mi iPhone empecé a escuchar gritos que iban subiendo de tono, cuando alcancé a ver que pasaba vi que el alemán se lanzaba como un poseso al cuello de un indio que trataba de abrir la puerta del avión. Repito: A 33.000 pies, UN INDIO TRATABA DE ABRIR LA PUERTA DEL AVIÓN con más de 200 personas a bordo. Hijodelagranputa, es lo que me vino a la mente.

El personaje, había seguido las instrucciones y ya había eliminado la tapa protectora de plástico que cubre el mecanismo de apertura. Estaba leyendo el segundo paso que hubiera abierto la puerta y le hubiera disparado hacia fuera debido al cambio de presión.

Al preguntar al personaje que diablos estaba haciendo nos dijo que quería ir al LAVATORY, que básicamente viene a ser baño del avión. Sí señores, están entrenados para actuar en las situaciones más extremas.


Ningún miembro de la tripulación se dio cuenta de lo que estaba pasando.

Ninguna alarma saltó.

Un amigo piloto de Emirates Airlines nos confirmó que la puerta se puede abrir en pleno vuelo por motivos de seguridad...

Recuerdo que cuando tras entrar en el baño nuestras caras pasaron de estado de pánico a risa nerviosa y cuando el pollo volvía pasillo abajo le cayeron collejas, insultos y miradas despiadadas.

Cada vez que en vuelos posteriores nos encontrabamos con el santo alemán siempre nos decía lo mismo: 'I have seen 3 today, so, please take care of that one and I will manage these 2'




Os recomiendo que siempre llevéis el cinturón abrochado en pleno vuelo ya que la Sociedad Secreta acecha cuando menos te lo esperas.